PASTEL CASERO

Hemos ido a Ginebra unos días a desconectar de tanta familia y de tanta comida. Lo curioso es que no
hemos parado de comer pasta y pizzas que es nuestro menú allá donde vayamos around Europe.
Y a parte volvemos corriendo para comernos las uvas con mi madre y mi hermana como si no hubiera
un mañana.

En fin, la historia es que siempre que viajamos Andreu y yo vuelvo con unos kilillos de más.
La culpa es solo mía porque tendría que conseguir un día algo de autocontrol de ese.. no sé si en
Amazon que lo venden todo podré encontrar un poco… Realmente en mi caso, el lema pienso luego
existo, sería como luego existo …

Me acuerdo de nuestro viaje a EEUU, que  las siglas bien podrían significar: empapuzamiento extremo
urgente  porque yo acabé con una gastritis de caballo. Si viviera allí estaría en la UCI  Esta gente no
está bien de la cabeza en serio, ya dice el refrán mens sana in corpore sano. No me extraña nada el
presidente que tienen.

Bien, pues me he propuesto de propósito de año nuevo adelgazarme. Pero yo sola, sin dietistas ni
pirados que me digan que soy una toxicómana del azúcar que si sigo comiendo me moriré pronto
( creo que es al revés no? )  y que sólo podré comer un trozo de pastel casero el día de la boda de mi
madre. Y lo tengo chungo porque mi madre colgó los hábitos hace tiempo.

Espero conseguir al menos no estar como la vaca Antonia y reducir de peso a mis pobres pies que
están pidiendo tierra hace ya un tiempo. Ya puedo apuntarme a piscina, me abra  los chacras con el
yoga, me ponga plantillas o haga terapia tekar del tobillo que como no rebaje los kilos que tengo me
veo postrada en el sofá como la madre de Gilbert Grape en la película.

Uff, qué impresión, espero que si tienen que quemar la casa mi Andreu y mi cuqui no estén dentro.