Al día siguiente me levanto a una hora más o menos decente y me dirijo a la cocina donde está mi tía Lali está pelando patatas para hacer su súper tortilla de dos pisos. Nos ponemos al día de todas las historietas familiares, y después de rajar todo y arreglar el mundo me voy a la playa buscando el bautismo del agua y deseando fundirme con el Atlántico Casi siempre me gusta bajar a la playa por la misma zona, con mi madre y mi hermana siempre hemos bajado por el bar la Caleta y soy persona de costumbres. Lo que pasa es que cuando bajo normalmente no me quedo en esa parte, sino que voy caminando por la orilla hasta que empiezan a aparecer pinos detrás de las dunas. Es aquí donde empiezan a desaparecer las familias con el taper de tortilla y la casa a cuestas. Estás son sustituidas por parejas tranquilas o gente deportista que quiere un sitio tranquilo libre de niños y sonidos típicamente familiares. Estoy tranquila y después de darme un buen chapuzón, el primero a...