Me fui al gimnasio harta de estar en el sofá viendo la tele, dando vueltas al coco y haciendome polvo las articulaciones. Fui por el camino pensando en mis cosas y compadeciéndome de mis males como siempre hablando sola en voz alta. A veces pienso que las personas que te suenan de vista porque viven en tu barrio si se fijan en mi pensaran: mira ahí va la chica trastornada que habla sola, que lastima que le pasará? Llegué a la piscina, me cambié y fui a la piscina porque como tengo un peso considerable los médicos siempre me recomiendan que el elemento agua me va tan bien ya que no hay impacto en los huesos. Pues ala, al agua. Siempre escojo el carril lento y a ser posible vacío ya que no quiero nunca molestar. Esos días como estoy lesionada hago un gran esfuerzo en dar las brazadas y aún así me pasan de largo hasta las abuelas artríticas, es muy triste… Salgo de la piscina y me voy al jacuzzi a ver si las burbujas me arreglan un poco o al menos me relajan la piedra que teng...